Claude Monet pasaba por esta puerta cuando iba a su jardín de agua para pintar sus famosos nenufares.
Este paseo se ve muy espectacular en junio con la floración de los rosales que crecen sobre los arcos.
Uno de los encantos de Giverny son los artistas que se puede ver pintando en los jardines de Monet. Utilizan todos las tecnicas para rendir homenaje al maestro del impresionismo.
El final de Mayo es la época de los lirios en Giverny. Eran unas de las flores preferidas de Monet. Los cultivaba en macizos largos en ambos lados de la alameda principal del jardín de su casa.
Los pintó varias veces y escribió a sus amigos para que vinieran a verlos.
Los lirios de Monet eran azules. En el siglo 21 los lirios existen en mas variedades y colores que en la época de Monet, incluyendo matizes de rosado, violeta, blanco, amarillo y todos los azules imaginables. Su floración es todavia un encanto.
Gustave Geffroy era un crítico y periodista amigo de Claude Monet. Así describió él el jardín del pintor :
«Después que se empuja la pequeña puerta de entrada que da a la única calle importante de Giverny, se tiene la impresión, virtualmente en cualquier estación del año, de adentrarse en un paraíso, en el multicolor y fragante reino de las flores, desde lilas y gladiolos hasta crisantemos y capuchinas.
Las azaleas, hortensias, digitales, malvarrosas, miosotos y violetas, flores suntuosas y modestas se entremezclan y suceden en esta tierra siempre receptiva y admirablemente cuiadada por varios expertos jardineros bajo la mirada infatigable del amo.
Si es la temporada de las rosas, envuelven al visitante con sus matices y perfumes todas la maravillas con nombres ilustres. Hay rosales de tallos espaciados, otros formando arbustos, setos, rosas trepando por los espaldares, los muros, ciñendo los pilares y arcos del gran paseo.
Hay ejemplares de gran rareza y otros muy corrientes, pero no menos hermosos, rosas sencillas, matas de rosas silvestres de colores vivos o pálidos, y todas la corolas hablan de una hora encantada, vocalizan el coro del estío y sugieren los decorados de la felicidad posible.»