En la casa de Monet en Giverny se puede ver el primer taller del pintor, mejor dicho el lugar donde Monet guardaba sus cuadros: al llegar a Giverny pintaba principalmente afuera, en el campo, como suelen hacerlo los impresionistas.
Unos años después, Monet construyó un segundo taller donde estaban las obras de vender, y donde el trabajaba a veces, harmonizando los varios cuadros de sus serias.
El primer taller se convertió en una sala de estar. Los muebles son casi todos autenticos, pero las obras que se puede ver colgadas son copias hechas recientemente en Paris.