A Claude Monet le gustaban los colores. Todos los visitantes de su casa en Giverny se acuerdan de su increible comedor amarillo. El pintor eligió este color para destacar el azul de sus platos y de su amplia coleción de gravados japoneses.
Aunque las piezas son pequeñas en la casa de Monet, el comedor es bastante grande para quince personas. La familia se componía de diez personas, y recibía a menudo amigos o clientes para el almuerzo.